Sacado del libro "Autoridad Espiritual" de Wuachman Nee
Moisés es fiel en toda mi casa Números 12:7. Moisés, como tipo de
Cristo, fue fiel en la casa de Israel. Dios lo llamó Mi siervo. Ser siervo
de Dios significa simplemente que pertenezco a Dios, soy su posesión
he sido vendido a él y por lo tanto, he perdido mi libertad. Esto explica
el porqué Dios no puede guardar silencio sino que habla fuertemente
cuando sus siervos son calumniados. No tenemos necesidad de
vindicarnos. ¿De que me sirve hablar si Dios no toma la iniciativa para
hacerlo?. Si nuestra autoridad es de Dios, no necesitamos reforzarla.
La revelación será la prueba. Si hay quienes hablan contra nosotros,
dejemos que Dios les corte el suministro y les selle la revelación,
probando así que él nos designó. Todo aquél que ofrende a las autoridades
delegadas de Dios ofende al que ellas representan. Si esa persona es del
Señor, hallará un cielo cerrado sobre sí y tendrá que reconocer humildemente
a las autoridades que Dios ha establecido. Por lo tanto, nadie tiene que
reforzar su propia autoridad; todo depende de la prueba de Dios. Al sellarles
la revelación a algunos, Dios les demuestra a quién ha constituido su
autoridad delegada.
continuará
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